TEOLOGÍA BÍBLICA
- Vida y Gracia
- 15 jun 2019
- 9 Min. de lectura
La Teología Bíblica se preocupa del estudio de las Escrituras en su contexto original.

La Teología Bíblica se preocupa del estudio de las Escrituras en su contexto original, es decir, trata de responder a la pregunta, ¿Qué significo este pasaje para los oyentes originales? ¿Cuál es el significado primario del pasaje?. Sin embargo, la Teología Bíblica también busca responder a la pregunta ¿Cómo se relaciona este pasaje con la Historia de las Escrituras como un todo? ¿Qué me dice este pasaje acerca de la persona, mensaje y obra de Cristo Jesús? ¿Cómo encaja este pasaje dentro de la Teología de su autor o género? Cristo no solo es el centró de las Escrituras, sino también es la llave a través de la cual todas las Escrituras tienen sentido.(1)
Introducción a la Biblia
La Biblia es un solo libro con un solo autor y un tema principal.
Una colección variada de escritos
La Biblia es una colección variada de diferentes escritos. Contiene 66 libros escritos por casi 40 autores humanos durante casi 2000 años. Tiene dos secciones principales (Antiguo Testamento 39 libros y Nuevo Testamento 27 libros) escritas en dos idiomas principales (hebreo y griego ) y combina diferentes tipos de literatura.
En nuestra Biblia española, los 39 libros del Antiguo Testamento están dispuestos como:
-Historia:( Génesis a Ester ).
-Poesía: (Job a Cantar de los Cantares).
-Profecía: (Isaías a Malaquías).
Este orden sigue la traducción griega de la Biblia hebrea, la Septuaginta, conformada en el siglo tercero a.C.
La Biblia hebrea original acomoda los libros en un orden distinto, como:
-Ley: Génesis a Deuteronomio.
-Profetas: Profetas anteriores (Libros de historia de Josué a 2 Reyes), Profetas posteriores (Isaías y Malaquías).
-Escritos: Salmos, Literatura de Sabiduría, historia del exilio y después de este.
El Nuevo Testamento tiene 27 libros, todos ellos escritos en el siglo primero d.C. Los Evangelios son cuatro relatos del nacimiento, vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesús. Lucas escribió Hechos como una continuación de su Evangelio para registrar la expansión de las buenas nuevas acerca de Jesús después de su ascensión al cielo. Las epístolas son cartas escritas principalmente por quienes Cristo escogió para ser sus apóstoles. El Espíritu Santo les reveló toda la verdad acerca de Cristo, de modo que pudieran enseñar el pleno significado de la salvación y lo que ésta implica. Pablo escribió la mayoría de las epístolas (de Romanos a Filemón),pero el Nuevo Testamento también contiene cartas de Pedro, Juan, Santiago (hermano de Jesús) y Judas. No se sabe quién es el autor de la carta a los Hebreos. Sólo nos queda el último libro de la Biblia, Apocalipsis, que describe la visión que Juan recibió acerca de verdades espirituales normalmente ocultas
-Evangelios: Mateos, Marcos, Lucas y Juan.
-Hechos: El relato de Lucas de la expansión del evangelio en el primer siglo.
-Epístolas: De Romanos a Judas (cartas escritas en su mayoría por Pablo).
-Apocalipsis: Visión divina de Juan.
UN SOLO AUTOR
Aunque la Biblia contiene una gran variedad de material, escrito por muchos autores humanos durante un largo período de tiempo, mantiene su unidad. Fundamentalmente, es un solo libro escrito por un solo autor, con tema principal.
El apóstol Pablo escribió: "Toda la Escritura es inspirada por Dios" ( 2 Timoteo 3:6). La gran parte del Nuevo Testamento no se había escrito cuando escribió estas palabras, así que se refería a lo que conocemos como Antiguo Testamento. Sin embargo, los escritores del Nuevo Testamento estaban convencidos de que lo que ellos escribían era también Palabra de Dios
(ej.,1 Corintios14:37;1Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 3:16).
Pero, los cristianos no deben tener reparo en aceptar que la Biblia fue escrita por personas. Los libros que la componen fueron escritos por diversos autores en distintos momentos de la historia y llevan el sello de la persona y de la era que los trajo a la luz. Pero Dios aseguraba por medio de su Espíritu que todo lo que ellos escribieron fue exactamente lo que él planeó. Así como el Señor Jesús era plenamente humano y divino, así también la Biblia es un libro humano y divino. Es la Palabra de Dios, pues él es su autor fundamental.
UN SOLO TEMA
Es obvio que la Biblia abarca un gran panorama de estudio, pero trata un tema supremo que une todo: el de Jesucristo y la salvación que Dios ofrece por medio de él. Eso es verdad no sólo con respecto al Nuevo Testamento, sino también con el Antiguo. Refiriéndose al Antiguo Testamento, Jesús dijo: "...las Escrituras... dan testimonio en mi favor" (Juan 5:39). Después de resucitar, Jesús se encontró a dos creyentes en el camino a Emaús y les compartió un estudio bíblico. ¡Qué privilegio para ellos! "Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras" (Lucas 24:27). Poco después se encontró con sus discípulos y les dijo: "Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos"
(Lucas 24:44).
UN SOLO LIBRO
Por sí mismo, el Antiguo Testamento es una historia incompleta, una promesa sin cumplimiento, pero si queremos saber qué quiso decir, necesitamos leer el Nuevo Testamento. Por su parte, el Nuevo Testamento se refiere constantemente al Antiguo para ver la promesa que se cumple. No comprenderemos el sentido si ignoramos qué ocurrió en un principio. ¿Qué significa que Jesús es el Cristo, el Cordero pascual, el Hijo de Abraham y de David, la vid
verdadera o el buen pastor? Todas las respuestas se encuentran en el Antiguo Testamento. La Biblia debe comprenderse y leerse como un solo libro, cuyo autor fundamental es Dios y que tiene un tema principal: el plan de Dios de salvación por medio de su Hijo Jesús.
EL REINO DE DIOS
El reino de Dios fue el tema dominante en las enseñanzas de Jesús. Él inició su ministerio público diciendo: "El tiempo se ha cumplido...y el reino de Dios se ha acercado..."
(Marcos 1:15, NBLH). Enseñó que su misión era introducir el reino como cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. A pesar de que la expresión "reino de Dios" no aparece en el Antiguo Testamento, el concepto está presente.
Goldsworthy define el reino como: "El pueblo de Dios en el lugar de Dios, bajo el gobierno de Dios".
Eso se oye muy simplista para definir un tema de tanta importancia en la Escritura, pero esas sencillas palabras son muy profundas. Dios desea que el ser humano comience a disfrutar una íntima relación con él en su presencia. Puesto que él es un Dios santo y perfecto, eso es posible sólo si nos sometemos a su amoroso gobierno y no pecamos. Eso es lo mejor de la vida; vivirla como fue diseñada para vivirse.
Vivir bajo el gobierno de Dios
significa disfrutar la bendición de Dios; ambas cosas van de la mano. Eso es lo que vemos desde la creación del jardín del Edén hasta la caída. Pero en
aquella ocasión los hombres desobedecieron a Dios y se privaron de su bendición.
Las consecuencias fueron devastadoras, no sólo para la humanidad sino para la creación entera; todas las cosas se estropearon. Pero en su gran amor, Dios promete reordenar las cosas y restablecer su reino en la tierra. El resto de la Biblia cuenta la historia del cumplimiento de esa promesa, parcialmente en la historia de Israel en el período del Antiguo Testamento, y luego perfectamente por medio de Jesucristo. Así que la Biblia trata del plan de Dios de salvación: su promesa de restaurar su reino y luego el cumplimiento de esa promesa por medio de su Hijo Jesús.
El reino de Dios: El pueblo de Dios en el lugar de Dios bajo el gobierno Y bendición de Dios.
UNA VISIÓN PANORÁMICA DE LA BIBLIA
El autor divide la Biblia en ocho secciones que son las principales épocas en el plan progresivo de Dios de restaurar su reino.
EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. El patrón del reino. 2. El reino perdido. 3. El reino prometido. 4. El reino parcial. 5. El reino profetizado.
EL NUEVO TESTAMENTO
6. El reino presente. 7. El reino proclamado.
8. El reino perfeccionado.
EL ANTIGUO TESTAMENTO
1.El patrón del reino.
En el jardín del Edén vemos al mundo tal y como Dios lo diseñó. El pueblo de Dios, Adán y Eva, vivía en la tierra de Dios, el jardín, bajo su gobierno, mientras ellos se sometían a su palabra. En la Biblia, estar bajo el gobierno de Dios es siempre para disfrutar su bendición, que es la mejor manera de vivir. La creación original de Dios nos muestra un modelo de su reino tal como debe ser.
2.El reino perdido.
Lamentablemente, Adán y Eva pensaron que la vida sería mejor si se independizaban de Dios. Los resultados fueron desastrosos, pues ya no serían más el pueblo de Dios. Se alejaron de él y él respondió alejándose de ellos. No podían permanecer más en el lugar de Dios; él los desterró del jardín. No estaban bajo el gobierno de Dios, así que ya no podían disfrutar de su bendición. Por el contrario, fueron maldecidos y puestos bajo juicio. La situación es muy sombría; sin embargo, Dios, en su gran amor, determina restaurar su reino.
3.El reino prometido.
Dios llama a Abraham y le hace promesas incondicionales: por medio de los descendientes de Abraham Dios restablecerá su reino. Ellos serán su pueblo, vivirán en su tierra y gozarán de su bendición. Además, por medio de ellos todas las naciones de la
tierra serán bendecidas. Esa promesa es el evangelio y se cumple de manera parcial en la historia de Israel, pero finalmente se cumple por medio de Jesucristo.
4.El reino parcial.
La Biblia registra cómo las promesas a Abraham se cumplen de modo parcial en la historia de Israel. A través del éxodo de Egipto, Dios hace a los descendientes de Abraham el pueblo de su propiedad. En el monte Sinaí les da su ley para que puedan vivir bajo su señorío y disfrutar de su bendición, tal como Adán y Eva antes de que pecaran. La bendición se destaca sobre todo por la presencia de Dios con su pueblo en el tabernáculo. El pueblo entró en la tierra bajo el mandato de Josué y, durante la época de los reyes David y Salomón, disfrutó de paz y prosperidad. Este fue el mejor momento en la historia de Israel. Fueron el pueblo de Dios en la tierra de Dios, la tierra de Canaán, bajo el gobierno de Dios y por lo tanto disfrutaron su bendición. Pero las promesas hechas a Abraham aún no tenían su perfecto cumplimiento. El problema era el pecado, la continua desobediencia del pueblo de Israel. Eso provocó una rápida quiebra del reino parcial mientras Israel se derrumbaba.
5.El reino profetizado.
Después de la muerte del rey Salomón estalló una guerra civil y el reino de Israel se dividió en dos partes: Israel en el norte y Judá en el sur. Ninguno era fuerte. Pasados 200 años de existencia separada, los asirios acabaron con el reino del norte. El reino del sur sobrevivió con dificultad otro siglo, pero también fue conquistado y llevado al exilio a Babilonia. Durante este deprimente período en su historia, Dios les habló a los pueblos de Israel y Judá por medio de sus profetas, quienes anunciaron que serían castigados por su pecado, pero aún así les ofreció esperanza para el futuro. Los profetas señalaban un tiempo futuro en el que Dios actuaría definitivamente por medio de su rey, el Mesías, para cumplir todas sus promesas. El pueblo de Judá debió haber pensado que ese tiempo había llegado cuando regresaron del exilio, pero Dios les dejó en claro que el día de salvación aún estaba en el futuro. El Antiguo Testamento termina en la espera de que el rey de Dios aparezca para introducir su reino.
EL NUEVO TESTAMENTO
6.El reino presente.
Cuatrocientos años después de cerrarse el Antiguo Testamento, Jesús inició su ministerio público con las palabras: "Se ha cumplido el tiempo... El reino de Dios está cerca." (Marcos 1:15). La espera había pasado; el rey de Dios había venido a establecer el reino de Dios. Su vida, enseñanzas y milagros, todo probaba que él era quien decía ser: Dios mismo en forma humana. Aunque tenía el poder de corregir todas las cosas, eligió una manera sorprendente para hacerlo: morir en una cruz en medio de la debilidad. Con su muerte Jesús solucionó el problema del pecado e hizo posible para la humanidad regresar a
una relación personal con su Padre. La resurrección comprobó el éxito de la misión redentora de Jesús en la cruz y anunció que hay esperanza para nuestro mundo. Quienes confían en Cristo pueden esperar pasar la vida eterna con él.
7.El reino proclamado.
Mediante su muerte y resurrección, Jesús hizo todo lo necesario para poner todas las cosas en orden de nuevo y completar la restauración del reino de Dios. Pero no terminó su labor en su primera venida a la tierra. Él ascendió al cielo y dejó en claro que pasaría un tiempo antes de que regresara. La espera permite a más personas escuchar las buenas nuevas de Cristo para que pongan su fe en él y estar listos para cuando él venga. Vivimos en este período al cual la Biblia llama "los últimos días", que inició el día de Pentecostés, cuando Dios envió a su Espíritu Santo a equipar a su iglesia para testificar al mundo entero sobre Cristo.
8.El reino perfeccionado.
Un día Cristo regresará. Habrá una gran división, y sus enemigos serán apartados de su presencia y echados al infierno, pero su pueblo permanecerá con él en una perfecta y nueva creación. Luego, por fin las promesas del evangelio se cumplirán por completo. El libro del Apocalipsis describe un reino plenamente restaurado: el pueblo de Dios (cristianos de todas las
naciones); en el lugar de Dios, la nueva creación (el cielo); bajo el gobierno de Dios, disfrutando su bendición. Nada podrá estropear este final feliz. Este no es un cuento de hadas; en verdad vivirán felices por la eternidad.
NOTAS
1-Daniel Caballero.
2-Material de la biblioteca del Seminario BÍblico William Carey.
DAVID EDUARDO MARTINEZ CICCHINI
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